04-10-2024 | Junto a familiares, amistades, amores y gente cercana, colocamos cinco nombres más en nuestro mar de memoria. Esta vez, se hicieron presentes Paulo Laffite, Alfredo Escamez, Liliana Galarza, Miguel Poinsteau y Héctor Galeano. Además, colocamos una placa cerámica para recordar a nuestra compañera Sofía D’Andrea, militante histórica y pilar fundador de nuestro EPM.
¡30000 presentes ahora y siempre!
En el marco de la celebración por los 9 años de vida del Espacio para la memoria y los derechos humanos ex-D2, hicimos la décimocuarta colocación del proyecto Baldosas por la Memoria. La primera fue en el año 2020, el 12 de septiembre, día en que cumplimos 6 años.
Perfiles
Cada baldosa colocada, la acompañamos por la lectura de un perfil vital de la persona que homenajeamos. Estas biografías las trabajamos en el marco del proyecto Trayectorias de vida, que articula con el Colectivo Juicios Mendoza, el Registro Unificado de Víctimas del Terrorismo de Estado (RUVTE) y los registros históricos de las biografías que realizó Susana Muñoz. También otras fuentes de información dedicadas a la memoria de los y las desaparecidas y asesinadas en relación a la dictatura cívico militar.
Miguel Alfredo Poinsteau Newman
Miguel nació el 22 de enero de 1943 en la Ciudad de Buenos Aires. Su padre era francés y su madre estadounidense. Estudiaba Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Cuyo y vivía en la Ciudad de Mendoza. Tenía muchos afectos y amistades que lo recuerdan como una persona entrañable, notoria y querida. También lo destacan como bondadoso, carismático, solidario y ético. Su amigo y compañero de estudios Alberto Gago, recuerda: “Un día íbamos caminando por la calle San Martin y había un muchacho que estaba tratando muy mal a una chica, se paró y se metió. Se metía en todas, no se bancaba la injusticia, no se bancaba el machismo”.
Miguel era fotógrafo, trabajó como tintorero y también en la agencia de publicidad Cesar Aldagón Propaganda. Hizo paracaidismo. Era Mago y fue vicepresidente de una asociación mendocina vinculada a esta actividad.
El 4 de noviembre de 1976, irrumpieron violentamente en su casa de calle Vucetich 3444 de la sexta sección de Ciudad. Personas de las fuerzas de seguridad y militares, probablemente de la Octava Brigada de Infantería de Montaña, robaron elementos y lo secuestraron. Fue llevado directamente al Departamento de informaciones 2 de la policía, aquí, al centro clandestino de detención “D2”. Colette Newman, su madre, lo buscó incansablemente, presentó habeas corpus a la Justicia, que nada hizo y que la cargó con los gastos de gestión. Miguel permanece desaparecido.
Miguel tenía 33 años.
Paulo Alberto Lafitte Agüero
Paulo nació el 9 de octubre de 1955 en la zona de Olivos, en Vicente López, provincia de Buenos Aires.
El 5 de febrero de 1976 comenzó el servicio militar como conscripto en la Escuela de Esquiadores de Alta Montaña 8, en la zona mendocina de Puente del Inca, Las Heras.
En el libro “El Escuadrón Perdido” de José Luis D’Andrea Mohr, se recuperan cartas entre Paulo y su madre, en las que él narra las violencias que sufría en la Compañía, su miedo por haber sido acusado de ser marxista y el temor ante el posible castigo: “allí decidieron que debían castigarme, todavía no sé en qué consiste el castigo pero sé que no será blando”, relató.
La última carta recibida fue el 11 de noviembre de 1976, allí Paulo anunció su baja e inminente vuelta a Buenos Aires, algo que jamás ocurrió.
El 24 de noviembre, las hermanas de Paulo fueron detenidas en Buenos Aires para amedrentar a la familia, las liberaron a la semana. Su madre viajó a Mendoza, habló con el mayor Fernando Barrault. Este jefe le dijo que Paulo había sido derivado al Hospital Militar acusado de consumos problemáticos junto a otros soldados. También le dijo que “dada su edad” lo más probable es “que ande por allí con una mujer”.
En el Hospital Militar le dijeron que Paulo había sido internado por solicitud del médico de la Compañía de Esquiadores porque consideraba que el joven padecía de “personalidad psicopática”, diagnóstico que fue reafirmado por una Junta Médica militar del 17 de noviembre de 1976.
Ya en Buenos Aires, cuando la señora decidió hacer nuevas averiguaciones o denuncias, le aconsejaron “desistir” para no poner en peligro la vida de sus dos hijas. Paulo jamás apareció.
Paulo tenía 21 años.
Héctor Armando Galeano Silva
Héctor nació en San José, Guaymallén, Mendoza. No sabemos qué día.
Le decían “El Doctor”. Fue presidente de la Cooperadora de la Escuela Nº 6 “Nuestra Señora de la Merced” de Villa Constructora en la localidad de San Justo, La Matanza, en la provincia de Buenos Aires. Allí vivía.
Héctor trabajaba en la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL), en la seccional de Floresta. Desarrollaba tareas de empalmador desde el 14 de marzo de 1967.
Era militante peronista y delegado gremial en la Federación de Obreros y Empleados Telefónicos de la República Argentina (FOETRA).
Héctor era de San Lorenzo y participaba del Partido Peronista Auténtico.
Se casó con Dominga Celia Vélez, tuvieron 3 hijas y un hijo: Ana, Stella, Guillermo y Lily.
El 17 de noviembre de 1976 Héctor fue secuestrado en su casa de la calle Peribebuy, en La Matanza.
Junto con él, secuestraron a otros cuatro compañeros de militancia. Fueron llevados primero a la Brigada de San Justo, luego pasaron por un cuartel militar en Ciudadela y de allí fueron trasladados a un Centro Clandestino de Detención en Avellaneda, conocido como el Infierno o Infiernillo, donde fueron desaparecidos.
Héctor tenía 41 años.
Liliana Amalia Galarza
Liliana nació el 23 de junio de 1952 en Godoy Cruz, provincia de Mendoza. Allí creció junto a su madre, Blanca Mercedes Martínez; su padre, Martín Galarza; su hermana mayor, María Rosa; sus hermanos menores Osvaldo, Carlos y Héctor; y la hermana más chica, Patricia. Cursó la primaria en el colegio Compañía de María de Godoy Cruz y la secundaria en María Auxiliadora.
Le decían “Petisa” y en grupos militantes la conocían como “Diana” ó “Jimena”. Estudió ingeniería Química en Mendoza, en la Universidad Tecnológica Nacional-Facultad Regional Mendoza (UTN). Luego, ya viviendo en La Plata, estudió arquitectura en la Universidad Nacional de esa Ciudad. Trabajó desde 1971 en la oficina local de Gas del Estado. Fue cesanteada el 4 de marzo de 1977 por “abandono de servicio”. Su legajo fue reparado en el año 2012.
Era militante peronista, integrante de la Juventud Trabajadora Peronista (JTP). Estaba en pareja con Ricardo “Pancho” Molina.
El 18 de noviembre de 1976 fue secuestrada en la vía pública, en la ciudad de La Plata. Estaba embarazada de 4 meses, la mantuvieron recluida en el centro clandestino de detención Brigada de Investigaciones de La Plata, donde dio a luz a su hija Mercedes el 3 de abril de 1977.
En julio de 1977, desde el centro de detención permitieron que Liliana contactase a la familia. En Octubre, Mercedes fue entregada a la familia de Liliana. El 18 de diciembre de ese año se tuvo la última información de Liliana, fue desaparecida. El papá de Liliana dio testimonio en el Juicio a la Juntas de 1985. La familia fue querellante en los juicios a Miguel Etchecolatz, al cura Von Wernich y en el proceso por el denominado Circuito Camps.
Liliana tenía 25 años.
Francisco Alfredo Escamez Ruarte
Alfredo nació el 25 de mayo de 1953 en el departamento de Las Heras, en Mendoza. En esa localidad creció y allí conoció a Gisela Tenembaum.
Alfredo estudiaba ingeniería en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), en Mendoza, a unos metros de aquí. Trabajó como chofer de taxi y fue activista gremial en ese sector. Para 1975 trabajaba como viajante.
Cuando Gisela tenía 16 años y Alfredo tenía 18, en 1971, comenzaron su relación de pareja. Formaron parte de la Juventud Peronista (JP), tuvieron militancia universitaria y se unieron a la organización Montoneros. En momentos de aumento de la persecución, debieron pasar a la clandestinidad.
Gladys Escamez, hermana de Alfredo, recuerda a la pareja “con ideales” realizando trabajo solidario en los barrios vulnerables de Mendoza. Heidi Tenembaum, hermana de Gisela, relató que anunciaron que se casarían en marzo de 1976, sin embargo, en febrero de ese año, sufría una fuerte persecución y debieron dejar la provincia, se radicaro en San Juan.
Alfredo consiguió trabajo en una mueblería de San Juan, pero el 27 de octubre de ese año cayó en manos de la represión, en un operativo de ataque a una cita: Alfredo decidió reemplazar a Gisela y asistir él al encuentro con un contacto que se presentaba riesgoso. Alfredo fue al lugar, en Desamparados, lo secuestraron y desaparecieron. Según información de dos diferentes fuentes, Alfredo fue trasladado a Mendoza y pasó por el Departamento de informaciones 2 de la policía (D2). No se supo más de él.
Meses después, Gisela volvió a Mendoza, afectada, y fue víctima del operativo de abril de 1977 contra la JP.
Alfredo tenía 23 años.